Él
Él, es ese tipo de persona que, sea el momento que sea te hace sentir especial, pero especialmente bien..El me miraba y me decía, vamos, yo le preguntaba ¿a donde? y su respuesta siempre era, a cualquier lugar, pero juntos.. y es que joder, es cierto.. os aseguro que si algún día tuviese que viajar lo haría conduciendo por cada una de sus curvas, navegando por el mar de sus dudas o volando por el cielo de su boca.. Con él, era imposible no reír, porque si me veía mas seria de la cuenta, me hacia cosquillas y me terminaba matando con un beso.. que acababa con un te quiero.
Había veces que yo sentía que yo era un frasco demasiado pequeño para guardar tanto amor que el me daba, y quería huir por temor a la autodestrucción.. pero el cuando me veía aterrorizada y con los ojos cerrados, me besaba los parpados.. y me decía, pequeña estoy aquí, y me apretaba las manos.. entonces mis piernas temblorosas..se quedaban con el.
Esos martes, de besos, de no saber donde vamos, de andar sin rumbo, sin duda eran los sintomas de mis ganas. Mis ganas de tenerte, de quererte, de querer que aparecieras en otro momento..
Que volvería a repetir cada noche que me hacías sentir algo mas especial de la cuenta, aunque no estuvieses aquí, en mi cama.
Su boca, era el chantaje perfecto para que no me fuera, para que me quedara..
Mi amor de invierno, por eso de que a veces el invierno se hace eterno.. y yo tenia un amor eterno entre los brazos..que multiplicaba mi existencia hasta hacerla eterna..
El estaba roto, como un espejo de esos que se le caen a esa torpe que le caen 7 años de mala suerte, y yo amo cada uno de sus pedacitos desperdigados por el suelo, de manera que me encantaba abrazarle, que nos pillaran ellos con las manos en la masa..
Y es que hasta la luna envidia su sonrisa, porque ella es amante del sol, y el siempre brilla un poquito menos cuando su risa esta presente.
Sospecho que nunca nadie ha entendido nuestra historia... porque nunca supieron como lo llegamos a vivir, porque todos estos meses, han sido nuestros meses y porque cuando cuente hasta once, quiero verte pegado... a mis labios..
El, es pasado cuando me despierto, pero presente cuando duermo, porque el solo es real en mis sueños y aun así, te quiero,
Había veces que yo sentía que yo era un frasco demasiado pequeño para guardar tanto amor que el me daba, y quería huir por temor a la autodestrucción.. pero el cuando me veía aterrorizada y con los ojos cerrados, me besaba los parpados.. y me decía, pequeña estoy aquí, y me apretaba las manos.. entonces mis piernas temblorosas..se quedaban con el.
Esos martes, de besos, de no saber donde vamos, de andar sin rumbo, sin duda eran los sintomas de mis ganas. Mis ganas de tenerte, de quererte, de querer que aparecieras en otro momento..
Que volvería a repetir cada noche que me hacías sentir algo mas especial de la cuenta, aunque no estuvieses aquí, en mi cama.
Su boca, era el chantaje perfecto para que no me fuera, para que me quedara..
Mi amor de invierno, por eso de que a veces el invierno se hace eterno.. y yo tenia un amor eterno entre los brazos..que multiplicaba mi existencia hasta hacerla eterna..
El estaba roto, como un espejo de esos que se le caen a esa torpe que le caen 7 años de mala suerte, y yo amo cada uno de sus pedacitos desperdigados por el suelo, de manera que me encantaba abrazarle, que nos pillaran ellos con las manos en la masa..
Y es que hasta la luna envidia su sonrisa, porque ella es amante del sol, y el siempre brilla un poquito menos cuando su risa esta presente.
Sospecho que nunca nadie ha entendido nuestra historia... porque nunca supieron como lo llegamos a vivir, porque todos estos meses, han sido nuestros meses y porque cuando cuente hasta once, quiero verte pegado... a mis labios..
El, es pasado cuando me despierto, pero presente cuando duermo, porque el solo es real en mis sueños y aun así, te quiero,
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