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A mí me hubiera gustado que contigo fuera diferente, que desde que aparecieras en mi vida, cambiara, como lo hizo si, pero de mejor manera y amándonos como hay que amar, sin cadenas ni limites, libres.
A mí me hubiera gustado que funcionara de verdad, porque valíamos los dos la pena juntos, y nuestra historia seguro que nadie la ha vivido igual. Las escapadas, quedadas, salidas, venidas, locuras, risas y juergas.
A mi me hubiera gustado que no fueras de ese tipo de chicos que sentía que yo era suya, que mi corazón era solo suyo y no es asi. Que las peleas no se convirtieran en llantos y patadas, que las conversaciones por el móvil no se convirtieran en una aguja más que pinchaba nuestra historia.
A mí me hubiera gustado que lo nuestro hubiese funcionado, que nos hubiéramos casado en un día como este, exactamente, de mentirijilla sí, pero  real para nosotros. De blanco no, porque yo quería ser siempre diferente y especial y tú lo sabes. No hace falta que haya nadie, no quiero familiares, solo amigos, pero esos que siempre están, otros no porque seguro que no irían. Que fuese con música de esa relajante que tanto me gusta, y tú y yo ante la adversidad.. si tan fuertes. Que me llamaras como siempre lo hacías, y yo a ti más de lo mismo.
A mí lo que me hubiera gustado es que me pidieras que me casara contigo, así a lo loco, en medio de la carretera pasando los coches, luego habríamos hecho una fiesta que te cagas, esa que tan poco te gusta, pero yo sabes que consigo lo que quiero.
Habríamos sido muy felices, aunque fuese aquí en este pueblo, fuera de aquí… fuera ya te cagas.
Nos habríamos alquilado un apartamento, con alguna súper cerca, colegios y talleres, donde yo podría currar de profesora de alguna actividad, y nos habríamos pillado un perro, ese que te gustaba que seguro que lo llenaría todo de babas y de pelo.
Pero una noche me di cuenta de que esto no iba a ocurrir nunca, de que en cualquier momento él se iba a empezar a alejar como un globito en el cielo, pero decidí que mientras llegaba ese día, iba a seguir ahí, sujetándolo, y disfrutándolo hasta el último minuto.

-Será eso verdad, porque el que te quitaba el sentido era yo.
+ Si, es verdad, pero con el que me quería casar era con él.
- Ya, pero con el que te querías fugar era conmigo.