Desde otro ángulo

Porque sin querer queriendo, ahí estabas. Y no me di cuenta de ello hasta ahora después de años, porque lo que necesitamos a veces no está en aquello que buscamos que tanto nos atrae, ni lo que nos llama la atención, todo esto suele ser tan tan perfecto y maravilloso para nosotros que cuando lo conseguimos ya nos sentimos vacíos, ya no lo queremos. 
Y aquello que realmente está para nosotros en la vida, no lo vemos, porque estamos ciegos con el aquello que tanto nos atrae, y dejamos atrás momentos y personas increibles y maravillosas por el hecho de que no nos llame la atención tanto como aquello de color rosa que tanto reluce.
Tan equivocados estamos que nos perdemos aquello que realmente te va a aportar lo que necesitas. Pero supongo que la vida te trae las cosas para que las vayas aprendiendo a lo largo de este camino llamado vida y que gracias a todas esas personas tan brillantes que veias y que poco a poco se apagaban, tras todo aquel tropiezo que te diste por las zancadillas que te pusieron, comienzas a ver la vida desde otro angulo.
No desde el angulo de siempre, sino desde uno totalmente opuesto, que piensas que no te puede hacer tan feliz como al que estás acostumbrado y al principio te choca.
Es dejar que te choque para ver que pasa y si de esta perspectiva todo va mejor por qué no quedarnos ahí un ratito y disfrutar de ella?
Quizás el miedo nos aterre tanto que nos quedamos sin ganas de probar eso, porque no controlamos ese ángulo, ese que parece que es tan perfecto y que hará tu vida más fácil. Aunque no la veas así, a veces hay que lanzarse a lo desconocido, sin saber que puede ocurrir por si fallamos, por si va mal... pero para eso ya está casi todo el rato el miedo cerca de nosotros, intentando que no hagas infinidades de cosas que llamas locuras y que realmente no son tan así como piensas. Y si esto es una locura, yo no tengo miedo a vivirla.