Ella

Ella, rota e insegura va con su mochila que le pesa y que es más grande que ella misma. Sube las escaleras dia tras dia mirando hacia los lados, buscando la mirada de alguien que pueda sentirla.

Aunque está equivocada, voy a dejarla que lo siga haciendo, quizás encuentre en unos brazos lo que necesita, que desde mi perspectiva todo está dentro de ella y no se da cuenta. 

Desde la silla busca sonrisas detrás del pelo mojado y las piernas cansadas. Sonrisas que le digan adiós y solo un poco de atención en sus últimas horas. Ella cree que el mundo está hecho con amor y nada de eso hay cerca de su aura. Al no recibirlo pienso que lo desea tanto que se lo noto al lejos. 

Se le nota que llora, de noche en la cama, al ir en el coche, en los baños de cualquier sitio. Aprieta tanto los dientes y las uñas en las palmas que piensa que así haciéndose más daño a ella misma podrá recuperar algo de lo que era.

Que quizás nunca fue aquello que creía ser, porque siempre estuvo atada. No sé bien como garantizar que le pasó, solo sé que se le ve a los 100 metros que necesita de abrazos. 

Cuando tiene que volver a casa y ya todo está oscuro, solo la música la cuida y la arropa por un rato, y con eso ella es feliz. 

Cuando duerme, o intenta hacerlo, está increíblemente guapa. Pero se que duerme poco, por las grandes manchas alrededor de los ojos que me trae a diario. 

Aun así, es perfecta.

Y no hablo de una perfección de todo su ser, hablo de todas y cada una de sus imperfecciones que la hacen perfecta. Ese moño en su media melena, sus anillos que pierde cada dos por tres, las uñas medio pintadas, el sudor de su frente cuando sale de las puertas, el maquillaje corrido después de ya sabes, nunca supe por qué se maquillaba, si estaba genial sin el. Las caídas que se pega por no llegar tarde y la sonrisa que me lanza sin saber lo que me hace sentir. 

Todos y cada uno de sus errores, hacen que dia a dia vea una mujer con ganas de comerse el mundo. Y ella lo sabe, y tanto que lo sabe. 

Que solo tiene que derramar toda la sangre contenida para  construir ese río por el cual se deje llevar y todo lo que hizo ayer, hoy le lleven a mares mejores.