Mi ángel.
Hola, déjame decirte algo, y es que eres la pócima mágica que me hace despertarme por las mañanas.
Estás lejos, casi siempre lo has estado, menos cuando hacíamos malabares y en una bocanada de segundos, ya estábamos juntos en tu cama.
Siempre lejos, pero tan cerca a la vez, tan aquí dentro... y es que hoy me tocaba escribirte. No lo hice antes porque no quería ver lo que sentía. Quizás todos los días que nos quedan por delante siga negandolo o queriéndome hacer la dura pero, hoy me has pillado blandita, pensando en ti y con ganas de rellenar este día tan especial.
Me he equivocado tantas veces, y tantas veces que me seguiré equivocando, que me odio por ello y a veces me da miedo porque no se si llegará el día en el que te canses de ello.
Puede llegar el día en el que venga una persona que te de fácil lo que quieres y lo que me cuesta tanto darte.. y lo pienso, y me retuerzo, porque siento que te quiero solo para mi, aunque suene posesivo, no quiero que tus ojos se posen en otras alas, porque arrancarías las mías de un solo suspiro.
No tengo que pedirte nada, solo que sigas haciendo lo que haces, porque me encanta.
Bien, ahora que sabes que, alguna parte de mi corazón está latiendo si tu estás conmigo.. quiero decirte algo que nunca te habia dicho..
Y es que me encanta la forma en que me miras, cuando voy en el coche y no quiero que lo hagas, cuando encontramos algo de comer y te digo no rotundo, cuando estamos a solas en tu habitación, cuando abres algo que te he regalado, cuando nos hacemos videollamadas, cuando nos vamos alejando.
Me encanta como se posan tus manos en mi piel, por mi espalda, por mi cuello, por mis piernas, por mi abdomen...lo haces como si lo amaras por completo y te envidio tanto.
Me encanta tu pelo rizado y tus ganas de cortártelo para estar guapo para mi.
Me encanta tu piel blanca y suave, llena de lunares que me encanta recorrer con mis dedos.
Me encantan tus manos pequeñas, porque cuando las siento con las mías, siento que somos solo uno.
Me encanta tu culo, tus orejas, tu nariz, tus brazos, que me abrazan fuerte, con los que me crujes cuando te lo pido, con los que me llevas a la cama y haces conmigo....lo que quieras.
Me encanta tu voz, tu acento, tu risa, tus dientes, todas y cada una de tus imperfecciones.
Me encanta ducharme, dormir, comer, hacer deporte, leer, ver, sonreir, sentir, cocinar, escribir, estudiar, a tu lado.
Quizás mi bipolaridad te vuelve un poco loco, y que haga locuras de vez en cuando que te duelan, no te gustan.. que sienta que mi corazón está a veces un poco mareado y no sabe a donde va...Todo eso tu ya lo sabes y lo siento si tienes que acostumbrarte a ello..
Quiero darte las gracias por tantas cosas, pero empecemos por una muy simple, por respetarme y por como solo tu lo sabes hacer.
Gracias por quedarte demostrarme que rendirse no existe en nuestro vocabulario.
Gracias por ser mi eterno compañero de batallas, sin ti, hubiese caído de nuevo en el próximo asalto de esta vida.
Gracias por hacerme ver que se puede querer de verdad, de una forma diferente.
Gracias por no dejar que te fueras, porque nunca lo quise.
He tenido una suerte tremenda porque, tengo tus dos brazos que están dispuestos a soportar la guerra que sea. Y por eso se que a tu lado, los inviernos son menos fríos.
Gracias por querer siempre lo mejor para mi y por apoyarme siempre en todo.
Gracias porque juntos logramos hacer una historia preciosa.
Desde que llegaste a mi vida eres el lugar al que quiero ir cuando todo mi mundo se nubla.
Todo cambia si te acercas, mi miedo desaparece cuando llegas porque al besarte siento que me puedo quedar ahí a vivir.
Te convertiste en mi bote salvavidas y nunca sabre como agradecerla a la vida que fueses lo que eres hoy en día para mi... Eres un pilar fundamental ahora para mi, eres importante, me importas, me importa lo que te pase, tu futuro, el nosotros, tu familia, tus estudios, tu salud... aunque a veces sea fría y no lo parezca.
Gracias por estos meses de felicidad contigo.
Gracias por hacer que me sienta tan especial.
Sanas aquello que un día estuvo roto, y lo estás consiguiendo, no sé como lo haces, como puedes tener tanta paciencia. Como puedes aguantarme..
Siempre he pensado que eres un ángel que me ha caído del cielo para ayudarme, para demostrarme tantas cosas que hoy se y que me quedan por saber, que nunca se como agradecerte nada, supongo que sea por eso, pero quiero conservarte siempre conmigo, aquí dentro, y quiero cuidarte, para que no te vayas nunca. Eres mi ángel.
Hoy, es la primera vez en mi vida que, siento que te quiero a lo grande, a un nivel extraalienigena, a un nivel impresionante, a unas ganas de decírtelo mirándote a los ojos, a decírtelo apretando tus labios con los míos, a tanto nivel de dejarte sin respiración de como voy a abrazarte, a gritarlo por la calle mientras voy de tu mano, a decírselo a tus padres, que te quiero, que te quiero de verdad, desde aquí dentro de mi.
Te quiero muchísimo, mi bebé.
Comentarios
Publicar un comentario